Si hablamos de lo mejor de lo mejor, quizás se podría hacer el simil con lo que ocurre dentro de Côte de Beaune en Borgoña, donde Bruno Colin lleva desde 2003 elaborando vinos en algunas de sus parcelas de mayor prestigio.
Domaine Bruno Colin surge de la división de la bodega familiar Michel Colin-Deleger, en la que Bruno comenzó a trabajar en 1993 tras formarse en la escuela de Viticultura de Beaune.
Tras la división de la matriz de la bodega en 2003, Colin comienza su propio y personal camino, teniendo en cuenta todo lo aprendido durante muchos años de trabajo tanto en el viñedo como en la bodega familiar, pero teniendo muy claro el estilo de vinos que quería realizar.
Sus señas de identidad son el respeto a la viña, demostrado a través de vendimias manuales y cuidadosos procesos de vinificación, y una expresión de unas etiquetas que puedan transmitir toda la esencia del terroir. La personalidad de todas las referencias se caracterizan por la frescura, la elegancia, la mineralidad y la tensión.
No es casual que este sea el objetivo, y es que este respeto se debe a la responsabilidad de cultivar viñedos en 8,75 hectáreas que valen su peso en oro. Las denominaciones de Chassagne-Montrachet, Puligny-Montrachet, Saint-Aubin, Santenay o Dezize-les-Maranges son historia del vino, por la tradición y la magia que las envuelven, y seguro que la gama que ofrece la bodega va a ser buena muestra de ello.
Domaine Bruno Colin
3 Impasse des Crêts
21190 Chassagne-Montrachet
Francia
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