Bodegas NOC

Ahora, bajo la dirección de Carlos Galdón, han emprendido una nueva aventura reflejada en un giro de 180 grados que no dejará a nadie indiferente. Nuevo nombre, nueva edificación y nuevas aspiraciones son solo el pico del iceberg de lo que se avecina. 

Nacidas en 1918 como Bodegas Tierras de Orgaz, esta casa fue adquiriendo propiedades y viñedos hasta contar con sus actuales 36 hectáreas, distribuidas en 6 parcelas entre las localidades de Manzaneque y Los Yébenes. 

Trabajan con las tintas Tempranillo, Cabernet sauvignon, Syrah y Petit Verdot, y las blancas Chardonnay y Viognier. Además, están plantando nuevas variedades de uvas mejorantes, y algunas experimentales, que tendrán como resultado un salto de calidad.

Las parcelas se sitúan en una ubicación con unas características singulares, geológica y climatológicamente hablando. Gracias a la altitud en la que se encuentran y a la cobertura ofrecida por los Montes de Toledo, se producen fuertes contrastes térmicos, originando un microclima continental único. 

Esto da lugar a maduraciones más lentas, que resultan a su vez en un aumento de calidad y concentración de la fruta. A ello debemos sumarle suelos muy diversos con texturas limosas, franco-arcillosas o arenosas, y cubiertos por una capa pedregosa en la superficie que actúa como regulador térmico. Así, obtienen vinos frescos, con cuerpo y una increíble riqueza de matices. 

El proyecto de renovación de la casa, que pasa por un cambio de nombre, culmina con la construcción de una nueva bodega, que verá la luz en 2023. Un proyecto que aseguran será una auténtica joya arquitectónica y que ampliará considerablemente su capacidad de elaboración. Cambios como este pueden llegar a asustar cuando se abandona lo conocido, pero para Bodegas NOC, más que miedo tienen ilusión.