Carranco

En 2018, dos grandes bodegas decidieron unir fuerzas para valorizar una zona única y especialmente adecuada a la viticultura, llamada Carranco, un paraje situado en las laderas del volcán Etna.

El Etna es uno de los mayores volcanes activos de Europa, y siempre ha condicionado la vida y la historia de todos los territorios vecinos con sus fluidas erupciones.

En la época en que la filoxera se extendía por Europa, la composición arenosa del suelo, alcalino y rico en cenizas, hizo que la enfermedad no pudiera propagarse en estas tierras. Cada vez se plantaban más viñedos en Sicilia, y aún hoy es la región italiana con más hectáreas.

En estos territorios, las variedades autóctonas de la zona se siguen cultivando en la antigua forma de conducción en vaso (Nerello mascalese, Carricante, Nerello Cappuccio) y estas viñas son conocidas en todo el mundo por la calidad de sus suelos y la elegancia y potencia de sus vinos.

Las viñas viejas a pie franco, la agricultura sostenible y el respeto por la tradición y el medio ambiente son las cualidades de esta bodega, testimonio de dos realidades situadas en las antípodas, pero ambas capaces de producir grandes vinos, expresiones puras de su tierra de origen.