De Bortoli

Tras trabajar en un depósito de aguas, Vittorio De Bortoli compra 20 hectáreas de árboles frutales entre los que había salpicadas algunas viñas de Shiraz. Esas cepas le dieron un buen puñado de racimos de uvas, así que se lanzó y elaboró sus primeros vinos. 

Éstos llegan a ciudades como Sydney y también al estado de Queensland, al noreste del país. Su popularidad fue extendiéndose y la familia creció, siendo Deen de Bortoli, primogénito de la pareja, quien decide tomar el relevo del proyecto siendo aún un adolescente y en contra del deseo de sus padres.

Hoy es la cuarta generación de esta extirpe al frente del proyecto, que cuenta ya con tres bodegas en diferentes puntos del país en las que elabora vinos con diferentes denominaciones de origen y procedencias. Toda una declaración de intenciones.